
CONTRATACIÓN Y CONSTRUCCIÓN
Construir bien empieza por elegir bien.
Un skatepark de calidad no depende solo del diseño: también requiere una contratación cuidadosa, una ejecución especializada y una gestión que garantice su uso responsable. Apostar por profesionales especializados es la mejor forma de asegurar una instalación segura, duradera y bien aprovechada por la comunidad.
Contratación: garantía de éxito
Contar con profesionales con experiencia específica en el diseño y construcción de skateparks es clave para garantizar un buen resultado. Estas instalaciones requieren un conocimiento técnico muy distinto al de otras infraestructuras deportivas. En el caso del diseño, al tratarse de proyectos de presupuesto menor, el ayuntamiento puede contratar directamente al profesional que elija, por lo que es fundamental optar por un arquitecto con trabajos previos demostrables en este campo. Para la obra, en cambio, suele ser necesario realizar un concurso público, por lo que resulta crucial redactar unos pliegos de condiciones que valoren la experiencia concreta en skateparks, no solo de la empresa constructora, sino también del equipo técnico que ejecutará el trabajo.
OBRA
La calidad final de un skatepark depende en gran medida de una ejecución precisa y especializada. Es fundamental que la obra esté dirigida y supervisada por técnicos con experiencia específica en este tipo de instalaciones, y que los operarios comprendan cómo se traslada el diseño al uso real.
Aspectos como la correcta ejecución de pendientes y desagües, el armado adaptado a curvas y transiciones, la gunitado y pulido de formas complejas o la colocación del coping requieren experiencia técnica y sensibilidad con el patinaje. La geometría y el acabado de cada superficie deben trabajarse con precisión artesanal, especialmente en las zonas curvas, donde pequeñas imperfecciones afectan directamente al uso.
En LBD Skateparks, gracias a nuestra experiencia en diseño y supervisión técnica, garantizamos un resultado duradero, seguro y fluido, a la altura de las expectativas de quienes lo disfrutan cada día.
Uso: integración y normativa
Un skatepark debe fomentar el uso responsable e inclusivo, favoreciendo la integración de todos los colectivos, con especial atención a la igualdad de género. Es habitual establecer ciertas restricciones para asegurar una convivencia adecuada con el entorno y entre los propios usuarios: control de horarios para evitar molestias, limitación de ciertos vehículos que puedan dañar la pista o poner en riesgo a otros usuarios, y consideración de distintos niveles de experiencia y edades.
Cuando se prevé la organización de competiciones, es importante contemplar aspectos logísticos como el espacio para jueces, público o ambulancias, así como posibles requisitos de homologación si se vincula a disciplinas olímpicas. Además, muchos skateparks acaban siendo la base de clubes o escuelas, lo que multiplica su valor social y deportivo. Para que estas instalaciones mantengan su calidad con el paso del tiempo, es fundamental prever un plan de mantenimiento tanto periódico como extraordinario, que garantice su buen estado y seguridad.